Urum busca la revitalización, tanto de la naturaleza como de uno mismo. Este proyecto tiene como meta restaurar y conservar 900 hectáreas de bosque seco con altos niveles de biodiversidad y especies endémicas.

 
 

Ubicado aproximadamente a 55 kilómetros del aeropuerto de Chiclayo, tiene como meta restaurar y conservar 900 hectáreas de bosque seco con altos niveles de biodiversidad y especies endémicas, así como proteger y asegurar la sostenibilidad de una región tan única al norte del Perú.

Además de la conservación de la región, Urum también busca el bienestar de las personas. El ritmo de vida actual, con responsabilidades cada vez más demandantes, hace que olvidemos lo que realmente importa: nuestra esencia. Hoy, es necesario desconectar para conectar. Conectar con uno mismo, con nuestro cuerpo y con la naturaleza.

 
 
 

Naturaleza & Conservación

 

Los desiertos que se encuentran a lo largo de la costa peruana se convierten en bosques secos que crecen sobre llanuras y laderas una vez que llegan al norte. Dos mundos se encuentran en estos bosques: uno árido y escaso frente a uno lleno de vegetación. Este paisaje único está lleno de contrastes y diversidad, con drásticos cambios según sea la temporada de sequía o de lluvias.

Pero estos frágiles bosques se encuentran amenazados. La deforestación, la expansión de la agricultura informal, la tala selectiva y el desarrollo de la ganadería han degradado casi por completo el paisaje de esta zona. Especies emblemáticas del bosque seco como el Palo Santo y el Algarrobo desaparecen a diario debido a la tala indiscriminada.

 
 
 
 

Si logramos reducir las amenazas, aún estamos a tiempo de frenar esta situación.

 
 

Gracias a la capacidad de regeneración de los bosques secos, la restauración es posible. Con la conservación y revitalización de estos espacios no solo se protege a las especies que únicamente se encuentran en este ecosistema, sino que también se genera un impacto positivo para las comunidades y la humanidad. Además, la capacidad de los bosques secos de aguantar largas temporadas sin recibir lluvias, seguir siendo fuente de recursos y mantener fértiles los suelos, lo convierten en un ecosistema que sirve como ejemplo de supervivencia frente al cambio climático.

 
 
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Flora & Fauna

 

Otro de los objetivos de Urum es fortalecer la biodiversidad de la zona. Especies como el corta ramas peruano, el oso de anteojos y el oso hormiguero se han visto sumamente amenazadas debido a la destrucción y degradación de su hábitat. Se calcula que quedan menos de 1,000 ejemplares del corta ramas peruano y se espera que las cifras continúen reduciéndose. Acciones de conservación son urgentes para asegurar la supervivencia de estas y muchas otras especies.

 
 
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Con el plan de restauración de bosques secos, Urum espera recuperar el Palo Santo y el Algarrobo entre otras especies. El Palo Santo posee propiedades utilitarias, curativas y espirituales, además, es clave para mantener el balance en el ecosistema de la región. Por su parte, el alto consumo de carbón ha prácticamente desaparecido al Algarrobo, árbol que además sirve como alimento, abono, medicina y materia prima.

Es necesario tomar acción cuanto antes, pues se calcula que el 95% de los bosques secos de América Latina han desaparecido. El impacto humano, industrial y el cambio climático son los principales causantes. Si no actuamos pronto, son muchas las especies que se perderán por siempre.